sábado, 25 de abril de 2009

María.

Después de la charla que tuvieron durante horas, Gaby se quedó completamente dormida en los brazos de José Luis. Sin embargo él no podía dormir, había algo que lo perturbaba, algo que había decidido guardar en lo más íntimo de su ser, algo que ni la mismísima Gaby sabía, pero que había salido a la luz con todo el problema de Victoria. Regresaron todos los dolores y recuerdos que había decidido dejar afuera de su maleta con destino a México, pero que por más que tratara de escapar, tarde o temprano regresarían.

Y todo esto tenía que ver con la muerte de María, su antigua novia y casi esposa, una uruguaya que había llegado a Perú muchos años atrás por el trabajo de su padre. José Luis la había conocido en la universidad, él estudiaba letras hispánicas y ella filosofía. Desde que la conoció, sus ojos lo cautivaron, pasaban mucho tiempo juntos, los dos disfrutaban de la compañía del otro, de cierta forma se complementaban. Viajaban seguido hacia Cusco o Machu Pichu, el lugar preferido de los dos. Pasaron tres años juntos hasta que decidieron casarse, querían terminar la carrera para después formalizar su relación. Tenían varios planes a futuro, pero todo se vino abajo con la repentina muerte de María.

Habían planeado asistir a una fiesta juntos en un pueblo cerca de Lima, pero una fuerte discusión impidió a José Luis asistir. Los celos carcomían el interior de José Luis, quien no podía ver a Rodrigo, ex novio de María, ni en pintura. Ella le explicaba que ya no había nada entre ellos, pero José Luis no entendía, ella se sentía asfixiada.

“¡Vete! ¡Vete con él! ¡Y no vuelvas más!” – le gritaba José Luis.

“¡Ya te dije que no voy con él! ¡Voy con mis amigas! Y contigo si lo deseas, pero por favor cálmate José” – le decía ella.

Pero él no entraba en razón y seguía gritando y aventando cosas. Por lo que María con su bolsa en mano y su pequeña maleta salieron por la puerta para no volver más.

En la madrugada de esa misma noche, la llamada de Mariana, la hermana de María, despertaba a José Luis para informarle de la tragedia: María y su ex novio Rodrigo habían perdido la vida, a causa de un accidente automovilístico. Una carambola de coches habían chocado en la carretera de regreso a Lima.

Nada fue igual desde ese momento para José Luis, quedó totalmente deshecho. Meses después tomo sus cosas y huyo hacia México. La muerte de Victoria le había hecho recordar a María, su antiguo amor, quien también había muerto en un accidente en la carretera, y cuya muerte tampoco había quedado del todo clara para él. Muchas interrogantes rodeaban su mente, nunca supo porqué María estaba con Rodrigo, ella le había asegurado que no iría con él. Así mismo, se cuestiono que hubiera pasado si hubieran asistido juntos a la fiesta.

Quizá era tiempo de volver a Perú para atar cabos sueltos. No podía engañarse a sí mismo, la muerte de María seguía atormentándole.

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