lunes, 13 de abril de 2009

El que busca....

Antes de salir dudó por varios minutos si era lo correcto. Pensaba en qué momento su vida se había convertido en un drama hollywoodense, no quería verse envuelta en una situación delicada, se repetía hacia sí que el que busca encuentra. Ella simplemente no quería toparse con algo que negaba desde sus entrañas, recordaba nombres son rostro.

Repasó en su mente las tantas veces que amó a Nicolás, que besó a Victoria, y las veces que los tres juntos compartieron sus cuerpos, sin embargo eso jamás sucedió más que en sus sueños, en su desesperanzada mente y en las sensaciones de su cuerpo, quiso llorar y ya no pudo.

Victoria jamás había mencionado a Lucero como su pareja, y aquello, más que enfadar a Gaby, la hacía sentirse rechazada, ¿acaso pensaba que ella la juzgaría? Saberlo la hubiera hecho aún más feliz de lo que era cuando ella estaba cerca.

Mientras abría la puerta, y observaba sin pensar sus uñas recién pintadas, por su cabeza pasaban mil cosas que la hacían estremecer. Minutos antes había salido de la tina y se había pintado las uñas de un color claro, casi transparente, como hacía cada vez que su vida se tornaba complicada, como la vez que su padre se fue.

Aunque en la realidad ella siempre fue, de los tres, la que menos sufrió durante su vida, los admiraba sin saber exactamente la razón. Nicolás siempre quejándose (cuánta sangre quemada derramó) y Victoria guardándose todo, menos su vida escrita o ficticia. Pero Gaby imitaba a ambos, llegó incluso a caminar a la par de Victoria tratando de tomar su mano izquierda, rozaba sus dedos con la punta de sus uñas y nunca se atrevió a tomarla, pero se sentía su sombra y eso la llenaba de satisfacción; con Nico trataba de copiar su forma de hablar tan exageradamente intelectual pero a la vez vulgar, y esto la hacía sentir segura al estar con él. Cuánto amaba a ambos y cuánto había llegado a temer a la verdad, no quería ver a Lucero, pero simplemente salió para encontrarse con ella.

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