lunes, 13 de abril de 2009

La Cinta...

Salió con la frente en alto..dirigiéndose a un destino incierto. Llegando al muelle, ahí estaba Lucero, con la cara desbarrancada y el alma nerviosa por las revelaciones que había en el aire. Caminaron juntas unos minutos en señal de recuperar el aliento perdido, se dirigieron al café de la esquina y ahí, Gaby sin más rodeos le preguntó a Lucero acerca de Nico.
Lucero nerviosa aún, le comentó a Gaby acerca de una cinta que encontraron debajo de la tina de Nico, ésta cinta la había grabado Nico en sustitución de la "famosa carta de despdida de los suicidas"; Nico había preferido documentar la frialdad y complejidad de sus pensamientos, sentimientos y pesares, durante el transcurso de sus intentos de suicidio y sus últimas horas de vida, la cinta revelaba varias cosas, una de ellas clave en la muerte de Victoria y otras como el trastorno disociativo de personalidad que sufría Nico.
Sin más ni menos Lucero le entregó la cinta a Gaby y se marcho de inmediato.
Gaby confundida, llegó a casa se sentó y contempló la cinta mientras pensaba que podría haber en ella, después la puso y comenzó a escucharla:

"Entre las cuatro paredes que sólo parecían juzgar el
agravio de aquel vacío en los pensamientos de Nico, surgió un suspiro que
aparentaba darle vida no sólo a la frialdad del cuarto, si no a la agonía
del requiem sucitado. Atado entre aquellas cuerdas que no sugerían algún fin,
Nico flaqueó nuevamente ante la idea de recuperar lo perdido, sin embargo, la
esperanza se aferraba impetuosamente ante la derrota. -Aquel suspiro- recordó
una vez más. Las horas parecían retrasarse en el lumbago del tiempo, el frío
insolente no cedía ante los gemidos de Nico y las brisa de las gotas de lluvia
fría que provenían desde un pequeño agujero que sólo dejaba ver el reflejo de la
luz, no dejaban de sugerirle a Nico más que una melancolía irremediable, sin
embargo, él sólo pensaba en ella y mantenía un recuerdo fijo de ella, aquel
recuedo que la hacía ver tan bella como casi gloriosa, aquel recuerdo que la
hacía parecer viva. -Victoria- él dijo- con un tono de voz tan satisfactoria como
real; Nico creía haber dejado de una vez por todas el indiferente mundo que lo
había visto sufrir innumerables veces, y él sólo podía mencionar su nombre-
¡Victoria, Victoria!- sin enbargo, la larga y delgada cuerda no resistió la
humedad del cuarto y resbaló el magullado cuello de Nico, dejándolo caer
estrepitosamente sobre el suelo, hacíéndole ver su triste realidad una vez más.
Nico frustrado rompió en llanto, todo era más claro y obscuro ahora, todos
los recuerdos venían cuál derrame de agua, todo el augurio de ideas y pensamientos que pasaron e algún momento por su mente. De pronto, el estupor de ideas encarnaba a un Nico totalmente diferente, un Nico capáz de haber olvidado y borrado aquel recuerdo de Victoria tan glorioso, para borrarlo y disolverlo de
su vida. Nico ahora recordaba, él sabía que había cortado los frenos de
Victoria, sin embargo, no sabía ni cuando ni como podría haber hecho algo así.
-.....es ahora Victoria, es ahora, o nunca-

Al perecer fueron sus últimas palabras, según los últimos ruidos que se escucharon en la cinta fue un estruendoso sonido del agua y gemidos; por lo tantó Gaby asumió que ahi fue cuando Nico se dirigió a la Tina y se suicidó.
Conforme Gaby escuchaba la cinta repetidamente, se fue dando cuenta del juego de personalidades que manejaba Nico, ciertamente fueron los mismos juegos ensangrentados los que causaron la repentina muerte de Victoria y más tarde la de Nico. Gaby aun no lograba comprender como es que Nico jugaba un papel de narrador omnisciente tan perverso como frívolo en sus palabras de despedida, como la frialdad de su ser y la versatilidad de su personalidad no daban lugar a la racionalidad de sus actos y a la expresión de sus impávidas palabras, pero a pesar de todo esto existía por primera vez en las frases de Nico aquella sensatez, aquella conciencia de la que siempre careció y de la que la gente que supuestamente lo conocía nunca sospechó. Gaby anonada salió corriendo de su casa para encontrar un lugar para pensar; dichas confesiones le habían hecho en la cabeza un revoltijo, en realidad ya no sabía que pensar y solo le quedó llorar descontroladamente...pensando en todos los engaños en los que ella podría haber vivido, ahora Gaby era otra persona...

1 comentario:

  1. Hey soy Ruth, sólo que a mí me habían saltado y como no sabía bien publicar y Rosaelena mandó un mail por eso seguí la historia hasta ahorita, lo siento, no sabía de tu turno....

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